jueves, 10 de octubre de 2013

Propuesta 10 del frente renovador " Establecer una política de metas de inflación"


La siguiente es una nota publicada en el boletín pensá y salí de la agrupación universitaria Alba.

Otra de las propuestas del candidato a diputado nacional del frente renovador, esbozada ante empresarios, escasos días antes de las paso, fue la de establecer una política de metas de inflación, cuyo fin seria reducir la inflación, que según el discurso neoliberal imperante en la mayoría de los medios, atenta contra el poder adquisitivo de los trabajadores y atenta contra la competitividad de la economía en términos comparativos con otros países.

Todo gobierno, el nuestro no es una excepción, lleva adelante la administración general de la nación mediante el ejercicio de la política económica, y esta se nutre de tres herramientas básicas que le permite cumplir ciertos objetivos, y que son también, herramientas políticas.

Estas herramientas son, la política fiscal, que determina, que se le cobra, a quien se le cobra y cuanto se le cobra de impuestos, y a que se destinan los fondos recaudados, la política de empleo, cuanto empleo decide dar el estado (empleo publico) y como regula el empleo privado, y la política monetaria, establecimiento de tipo de cambio, regulación del sistema financiero, financiamiento del tesoro, acumulación de reservas en oro y divisas, etc.

Los objetivos que persiguen estas tres herramientas, son objetivos políticos y están profundamente signados por la ideología de quien ejerce la administración general de la nación y de los técnicos que lo acompañan, claro esta, también responde a los intereses que por ideología o presión de lobby, dicho gobierno decide representar o por lo menos, priorizar.

Determinar un objetivo particular, puede implicar subordinar a este objetivo, otros de suma importancia. En el caso de las políticas de metas de inflación, cuyo diagnostico mayoritario es el exceso de gasto publico que recalienta la economía, implica que a la reducción de la inflación, se subordinan otros objetivos como la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, la ampliación de coberturas estatales en educación, salud, jubilaciones y pensiones, asignaciones familiares, obras de infraestructura, etc. Es decir controlar la inflación, seria en el orden de prioridades de estos sectores, mas importantes que generar empleo, que aumentar el poder adquisitivo de la población y que atender demandas sociales como salud, educación, infraestructura etc.

Lo que subyace a la idea de que el gasto publico genera inflación, es que todo gasto publico que genere un aumento del ingreso de la población, se traduce en un aumento de la demanda de bienes y servicios, y esto presiona los precios al alza.

En la planilla 1 del presupuesto nacional 2012 (composición del gasto por finalidad, función y carácter económico), que se puede descargar del siguiente link


Se puede observar que el total de gastos proyectado fue de poco mas de $505.000 millones. Dentro de ese total, el item mas representativo, es el de servicios sociales que es de $303.000 millones, en consecuencia, la primera conclusión es que el 60% del total de gastos del estado, se destina a servicios sociales.

A su vez dentro de ese item, el subitem mayoritario es el de seguridad social, el cual demanda $211.000 millones, es decir poco más del 41,5% del total de gastos del estado se destinan a pagar jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares.

Dentro de servicios sociales, también tenemos los subitems educación y cultura, y ciencia y técnica que suman $46,6 mil millones, lo que representa el 9,2% del total de gastos.

Por ultimo dentro del item servicios sociales, están los subitems vivienda y urbanismo y agua potable y alcantarillado, que suman $12,5 mil millones, un 2,5% del total.

En el item siguiente, servicios económicos, figuran entre los gastos corrientes, transferencias corrientes en el subitem energía, combustible y minería, poco mas de 34,5 mil millones de pesos, y casi 17,3 mil millones de pesos de subsidios al transporte, que haría las veces de “la descontrolada política de subsidios del gobierno”.

Ambos subitems, suman casi 52 mil millones de pesos, es decir un 10,3% del total de gastos.

Solamente los subítems mencionados (jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, educación y cultura, ciencia y técnica, vivienda y urbanismo, agua potable y alcantarillado, subsidios al transporte y al consumo energético), representan el 63,3% del gasto total presupuestado para el año 2012.

¿Y porque el gasto publico mencionado generaría inflación?, porque las jubilaciones son demanda de bienes y servicios, la AUH es demanda de bienes y servicios, construir viviendas o cloacas implica contratar trabajadores, y esos nuevos ocupados, son demanda de bienes y servicios, construir colegios y universidades, genera primero trabajo temporal en la construcción (contratar albañiles, electricistas, plomeros, gasistas, pintores, etc) y luego trabajo estable en la educación (directivos, docentes, no docentes, trabajadores sociales, pedagogos, auxiliares, etc), que también se traduce en demanda de bienes y servicios.

¿Cual es la contracara de ello?, ¿o lo que se propone para bajar la inflación?, menor crecimiento del producto, mediante la reducción del componente gasto publico de la demanda agregada.

Menos colegios construidos son menos docentes cobrando salarios, menos construcción de viviendas y cloacas son menos trabajadores disponiendo de salarios, menos subsidios al gas, a la electricidad o al transporte, son menos ingreso disponibles en los sectores populares para consumo.

Podríamos decir que los principios de la curva de phillips serian los que rigen la política de metas de inflación desde la óptica de reducción del gasto público.

La lógica no solo es valida sino eficaz, un menor crecimiento implica menor cantidad de riqueza pasible de ser distribuida, menor cantidad de riqueza pasible de ser distribuida redunda en mayor pobreza para los sectores populares que son los sectores mayoritarios, mayor pobreza de los sectores populares implica menor demanda de bienes y servicios, y si hay menor demanda de bienes y servicio los precios no suben.

Es decir el mejor remedio para la inflación es que los sectores mayoritarios de la sociedad Argentina seamos mas pobres.

Pero el eufemismo “bajar el gasto público”, evita la fuga de votos que implicaría declarar que piensan bajar la inflación empobreciendo a los sectores mayoritarios de nuestro país.


Para concluir podemos decir que para reducir la inflación que supuestamente implica una perdida de poder adquisitivo de los asalariados “el supuesto impuesto a los pobres”, se plantea empobrecerlos directamente, pero sin decirlo en voz alta.

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